Siguiendo la evolución de la superficie "helada" en ambos hemisferios, nos damos cuenta de que esta es muy distinta en uno y en otro, y no por que sea casi verano en el Ártico y casi invierno en la Antártida. Para evitar la "estacionalidad" he decidido utilizar las gráficas de anomalías, y así poder compararlas de forma más objetiva. En estos momentos, la anomalía de superficie helada es claramente negativa en el Ártico, con poco más de 1 millón de Km2 menos de lo que debería tener en estas fechas.
En cambio, si nos fijamos en la superficie helada del Antártico, vemos como la anomalía es positiva, o lo que es lo mismo, tenemos más hielo del habitual para esta época del año, concretamente, 1,6 millones de Km2. Como veis, una evolución de la criosfera, muy diferente en ambos hemisferios, dejando, insisto, de lado la estacionalidad.
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