30.9.10

"Veranillo de San Miguel" … ¿mito o realidad?

Según la cultura meteorológica popular, durante los últimos días del mes de Septiembre y los primeros del mes de Octubre, se suelen dar unas jornadas marcadas por el buen tiempo y con temperaturas muy agradables, por encima incluso de lo habitual. A este “particular veranillo” se le conoce como de San Miguel, ya que el 29 de Septiembre coincide con este santo, o también como del Membrillo, puesto que durante estas fechas también se recolecta este tipo de fruta.



Pero ahora nos hacemos una pregunta, porque este supuesto “Veranillo de San Miguel"…. ¿es mito o realidad?. Dejando a un lado las creencias populares, que por supuesto respeto al máximo, y centrándonos un poco más en términos científicos, he de decir que el “Veranillo San Miguel” es más bien un mito que una realidad. Repasando un poco las series pluviométricas del mes de Septiembre en la ciudad de Cehegín desde 1955, se advierte una “muy ligera” tendencia a concentrarse los máximos de precipitación diarios en la parte central de esta treintena, quedando los primeros y los últimos días, “mas libres” de precipitaciones. Esto trae consigo que, en esos periodos del mes (a principios y a finales), se establezcan condiciones meteorológicas más estables y por tanto jornadas con mejor tiempo y ascenso térmico, ya que el Sol todavía dispone de bastantes horas para calentar la superficie terrestre. Ese pequeño repunte de la inestabilidad a mediados de mes, es muy posible que se deba a un mecanismo de “descarga atmosférica” en forma de tormentas, del calor acumulado durante el verano.

Membrillos madurando en el árbol a finales de Septiembre

.
Pero como ya he dicho anteriormente, la tendencia es “muy ligera” y este esquema puede darse en 5 o 6 años de cada 10. Sin ir más lejos, estos días estamos teniendo una cierta bonanza térmica en las horas centrales del día, que nos permite ir en manga corta por la calle, aunque desde luego a primeras horas de la mañana y por la noche, las chaquetas y las mangas largas, no sobran en absoluto. Quizás esta bonanza térmica podríamos atribuirla al tan nombrado “Veranillo de San Miguel”, aunque también es verdad que en estas mismas fechas pero del año pasado, estábamos bajo un episodio de lluvias intensas en toda la fachada mediterránea y con temperaturas bastante frescas y otoñales. Por tanto el “Veranillo de San Miguel” no se puede demostrar, científicamente hablando, de forma clara, aunque seguirá formando parte, sin duda, de la cultura meteorológica popular.

No hay comentarios: